sábado, noviembre 20, 2004

Anda... Anónimo

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa,
y recuerda que paz puede haber en el silencio.
Vive en buenos términos con todas las personas,
todo lo que puedas, sin rendirte.

Di tu verdad tranquila y claramente,
escucha a los demás,
incluso al aburrido y al ignorante,
ellos también tienen su historia.

Evita las personas ruidosas y agresivas.
Si te comparas con otros,
puedes volverte vanidoso y amargo;
porque siempre habrá personas
más grandes y más pequeñas que tú.

Disfruta de tus logros así como de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
aunque sea humilde:
es una verdadera posesión
en las cambiantes fortunas del tiempo.

Usa la precaución en tus negocios:
porque el mundo está lleno de trampas.
Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir,
mucha gente lucha por altos ideales,
en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo.

Especialmente no finjas afectos.
Tampoco seas cínico respecto del amor
porque frente a toda aridez y desencanto
el amor es perenne como la hierba.

Recoge mansamente el consejo de los años,
renunciando graciosamente a las cosas de la juventud.
Nutre tu fuerza espiritual
para que te proteja de la desgracia repentina.
Pero no te angusties con fantasía.
Muchos temores nacen de la fatiga y de la soledad.

Junto con una sana disciplina,
sé amable contigo mismo.
Tú eres una criatura del Universo,
tú tienes derecho a estar aquí.

Por lo tanto, manténte en paz con Dios
cualquiera sea la forma en que lo concibas,
y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones,
mantén en la ruidosa confusión, paz con tu alma.
Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos,
este sigue siendo un mundo hermoso.

Ten cuidado.
Esfuérzate por ser feliz.